Quise que no tuviera decisión de nada, la atamos a la cama para que fuera nuestro objeto, durante un rato no tendríamos que hacer caso de sus peticiones, solo darle lo suyo... su vello púbico arreglado, dándonos el espectáculo del deseo animal, su olor a feromonas ardientes...
Cuando llegó a casa, estaba todo preparado para su disfrute, había pactado a la hora q tenía q estar allí. Todo planificado desde hacía semanas, cuidando mucho los detalles, tarde bastante en dar con el invitado adecuado, no puedes correr en estos juegos, tener malas experiencias