Hola soy Marcela y quería contarles que en 2024 "X" me quitó mi cuenta anterior, que acá debajo de éste tweet la dejo para que me recuerden.. Y quería pedirles a mis seguidor@s y a los que no lo eran si tienen la amabilidad de seguirme nuevamente.. FELIZ 2025 PARA TODOS 🌹🌹🍀🍀
Piel contra la piel
domingos sin más reloj
que los suspiros,
se enreda la ternura
entre dedos que no hablan.
El mundo calló
bajo el peso de un gesto,
ciego y tan claro—
descanso en tus pisadas
como si fueran mi hogar.
Hoy no hay combate,
solo el silencio tibio
de esta ventana.
Huele la flor despacio,
como quien pide perdón,
por no ser siempre de hierro.
También se cansa.
A veces ser valiente
es dejarse sentir.
Sus manos limpian
el cansancio del día
sin hacer ruido.
Cada caricia es puente
que une lo invisible.
Y ella descansa,
en la fe de sus dedos
como en un templo.
No hay dolor que resista
a tanta suavidad.
Cada palabra que decía florecía en sus labios como margaritas al sol.
No sabía si era magia o ternura, pero quien la escuchaba,
no olvidaba jamás el aroma de su voz.
Y es que hay bocas que, en lugar de hablar,
despiertan jardines..˚‧。⋆🌻⋆。‧˚
El espejo la observaba en silencio, mientras ella delineaba su reflejo con cuidado.
No lo sabía, pero incluso sin rímel, sin brillo, sin maquillaje, ya desbordaba belleza.
Hay rostros que no necesitan adornos, solo la luz de saberse auténticos..
Te miro y callo,
pero en tu juicio habita
mi silueta ajena.
Crees saber quién soy yo,
pero es tu sombra la que ves.
Yo sigo intacto,
mientras te proyectas
sobre mi rostro.
No llevo tu disfraz, no...
es tu verdad la que hablo.
Entró a la bañera como quien cruza un umbral.
Dejó el día afuera: los mensajes sin responder, las preguntas, el ruido.
Con cada burbuja que estallaba, algo se soltaba dentro.
Alzó la copa y pensó en él, pero no brindó—esta vez, la noche era solo suya..
Si me abrazas así, el mundo se calla.
No necesito respuestas, ni promesas.
Solo este instante,
donde tu aliento roza mi oído
y tus dedos no me sueltan.
Ahí, justo ahí,
sé que todavía creemos en nosotros.
Extiende el brazo,
como quien desafía
la claridad.
La sombra aún la abraza,
pero ya no la quiere.
Ella respira,
a medio despertar
de sí misma.
El mundo está tan cerca…
solo falta soltar..
Las noticias van
temblando entre sus manos,
pero ella manda.
Lee guerras y mercados
con la piel encendida.
Nada la apura,
ni el caos del titular
ni la portada.
Hoy la historia se escribe
donde cruza las piernas..
Ella en el suelo,
la risa entre sus muslos,
ropa a medias.
Él le sostiene el día
desde la yema tibia.
Afueran llueve,
pero adentro se estiran
las estaciones.
Todo cabe en un gesto
cuando el amor descansa..
Ella suspira suavemente..
El toque cálido en sus pies cansados es casi un susurro de alivio.
Siente cómo la tensión se disipa, llevándose consigo el peso del día.
Una dulce calma la invade con cada delicado movimiento.
La luz acaricia su piel como si conociera cada verdad callada.
Se repliega en ese rincón donde no hay máscaras que sostener.
No finge, no huye: se escucha.
Ella y el sol, en un susurro compartido, preguntándose si aún recuerda quién es… o si alguna vez lo supo.
La feminidad es caricia sutil entre piel y flor, un lenguaje sin palabras. Brota en lo íntimo, florece en lo oculto. No necesita anunciarse: basta un gesto, un encaje, el roce de una rosa para recordarnos que lo delicado también es fuerza.
Contar los años como si fueran míos es un engaño amable. No los poseo, los he perdido en cada amanecer vivido. Lo que llamo edad son restos de tiempo que ya se fue. Lo que importa no es cuánto tuve, sino lo que aún late en este instante que se desvanece..
Tal vez no es que no seamos de este mundo…
es que lo hemos torcido tanto, que el cuerpo ya no lo reconoce.
Nos enferma el aire, la prisa, la comida, la ausencia.
Y aún así, insistimos en llamarle hogar..